Quién no se ha quedado al menos una vez fascinado por los colores que era capaz de
observar, o quizás de intuir mientras veía un atardecer, o mientras veía los rojos anaranjados de un
crepúsculo. Sea cual sea la parte de la Tierra en la que vivimos, montaña, mar...en el cielo se nos
presentan a veces colores que van desde el azul marino ultramar hasta colores rosados. La variabilidad
de la imagen es tan grande que nunca se reproduce exactamente.